Último artículo publicado en Deia – Bizkaia Activa
Vicente Gutierrez
Lean la siguiente frase: “¡Dotor, dotor! le traigo unas almóndigas, en agradecimiento, y unas toballas para su mujer. Nos vemos en la próxima revisión; en otubre. ¡Feliz y próspero año nuevo, ño dotor!”.
No se empeñe el lector en encontrar incorrecciones; no hay ninguna. Si acaso una gran incongruencia, la que representa la palabra próspero en un texto repleto de vocablos y expresiones aceptadas recientemente por la Real Academia de la Lengua y que parecen escritas por un analfabeto. Analfabetismo y prosperidad son expresiones que se me antojan incompatibles.
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